martes, 5 de julio de 2011

CAÑAR CAPITAL ARQUEOLOGICA Y CULTURAL DEL ECUADOR

El origen de este cantón viene desde épocas milenarias puesto que antiguamente su nombre era Hatun Cañar que significa “Cañar Grande“Cañar y Cañaribamba fueron los pueblos más importantes de la Nación Cañari. Fue declarado cantón el 23 de junio de 1824.
Actualmente se ubica en la región austral del país, localizada en el centro de la provincia que lleva el mismo nombre. Limita al Norte con la provincia de Chimborazo, al Sur con la de Azuay al Oriente con la de Morona Santiago y al Occidente con la del Guayas.
Tiene un clima frío, con una temperatura que oscila entre los 9°C  a 11°C. Su altura rebaza los 3.500 m, y su superficie es de 3.122 km.
La agricultura de la provincia es fundamentalmente cerealística, a base de maíz, trigo, avena, papa y frutas como: la manzana, capulí, durazno, pera, maribel, naranjilla. Y los pastos son el complemento para la crianza de ganado vacuno y lanar,  sustento alimenticio y comercial de esta región.
Sus hogares son el atractivo principal, a pesar de ser pocas las viviendas que aun se conservan ya sea desocupadas o aun habitadas por sus dueños, y es que su manera de construir un techo para los suyos, despierta la curiosidad para hoy por hoy dar a conocer esta tradicional manera de cimentar sus moradas 
ARQUITECTURA CAÑARI
Complejo Arqueológico Ingapirca
Es el complejo pre-hispánico más importante del Ecuador. Fue construido entre los siglos XV y XVI, por órdenes de Huayna-Cápac, siguiendo el estilo clásico imperial incásico.
Se encuentra a 3.143 m.s.n.m. ubicado a 16 Km. del cantón Cañar. Este monumento arqueológico pre-hispánico posee invaluables restos culturales que son el testimonio de la presencia de importantes sociedades andinas como la cañari y como la Inca.
Entre los elementos que conforman este gran complejo encontramos: El  Castillo o Templo del Sol, Pilaloma, La Condamine, la Vaguada, El Ingachungana, La Cara del Inca, La Tortuga, El Inti Huayco, La Escalinata del Barranco y el Museo de Sitio.
De acuerdo al significado, Ingapirca es un término de la lengua quechua que quiere decir pared o muro del inca. Literalmente la traducción no tiene relación con el significado ni con la función del sitio. Además, sostiene que el nombre no fue puesto por quienes lo habitaron, sino, al parecer, fue impuesto posteriormente por los españoles, quienes bajo su percepción occidental creyeron que fue una fortaleza defensiva.
En el rastreo de fuentes etnohistóricas, antes del siglo XVIII, no consta el nombre de Ingapirca para identificar al sitio. Antonio Fresco, en su libro, La Arqueología de Ingapirca 2 (Ecuador), Costumbres Funerarias, Cerámica y otros Materiales (1984), trae la siguiente cita: “Este monumento es conocido con tal nombre por lo menos desde mediados del siglo XVIII, pero su denominación original no la conocemos con certeza… El Valle del Cañar era denominado Provincia de Hatun Cañar en el siglo XVI, cronistas y otros informantes de la época nos hablan de los grandes “aposentos” de Hatun Cañar” (1984).
En el rastreo de la memoria colectiva de habitantes de las comunidades indígenas aledañas a Ingapirca, se pudo recoger la información del Yachac Tomas Cungachi, quien sostiene que el sitio debió llamarse un Hatún Samay, que quiere decir el “gran centro de espiritualidad”
En las crónicas de Fray Gaspar Gallegos (1580) al referirse a la provincia de Hatun Cañar, menciona que, “la forma y edificios de las casas de este pueblo son unas casas redondas, de tabiques; son bajas, con dos estantes, uno a un cabo y otro a otro”. Palacios (1986:53), es decir puede tratarse de una adaptación al nuevo entorno sociocultural y religioso local, o una asimilación, por identificación, en el sistema de creencias y religión. Creemos que estas tres circunstancias se dieron también porque Ingapirca, en tiempo de los cañaris, constituyó una pacarina o santuario de gran importancia en el área cultural cañari.
No olvidemos que el sistema religioso cañarí es muy complejo. Prueba de ello, las mismas referencias etnohistóricas mencionan que los cañaris cuando fueron trasladados en calidad de mitimaes hacia Perú y Bolivia, por los Incas, durante siglos XV y XVI, fueron los únicos quienes cumplían actividades especiales de servicio y culto a las huacas sagradas de Copacabana; por ejemplo, que estaban ubicadas junto al Lago Titicaca. 
Los referentes arqueológicos que dan sustento a este planteamiento son las plataformas de construcciones hechos con canto rodado, unidos uno sobre otro por una argamasa de color negro, de 80 cm de alto por 60cm de ancho, formando una hilera. En relación a todo el conjunto, estos elementos se ubican junto al camino empedrado hacia el noroccidente.
Están formados por diversos tipos de construcciones, destacando entre las más visibles: los tres basamentos de construcción en forma elíptica, la primera es la más perfecta y completa, tiene una orientación sur-norte, con una dimensión de 24 metros de perímetro, 9.40m de largo por 5m de ancho, y, las otras dos contiguas son incompletas con dirección oeste – este, de 14,70m de largo por 9.30m de ancho y, la tercera posee solo un tramo.
Estas plataformas, a pesar, que no han sido todavía descritas en el contexto de la totalidad del complejo arqueológico ni estudiados a profundidad; no solo son el testimonio material de la presencia inicial en Ingapirca de un importante centro poblado y religioso cañarí, sino que, a partir de estas construcciones, los incas adoptaron los diseños para levantar más tarde el centro religioso y administrativo más importante del Ecuador, y luego ser articulado al poder centralista teocrático del gran imperio del Tahuantinsuyo.
En cualquier circunstancia histórica en la que haya sido levantado “Ingapirca”, hay que destacar la monumentalidad, originalidad del diseño, y la talla magistral de la piedra; en donde, incuestionablemente, se requirió desplegar un altísimo costo de energía humana, conocimientos especializados en planificación y arquitectura, y, sobre todo, un sistema organizativo complejo, que permitió el control de la mano de obra y su mantención.
A este nuevo análisis interpretativo de los componentes arqueológicos y culturales de Ingapirca, sumamos otras conceptualizaciones e interpretaciones ya no del conjunto arquitectónico sino de sus insumos culturales (objetos ceremoniales), provenientes de excavaciones y otras rescatadas de hallazgos casuales; sin embargo, escaparon del estudio y análisis histórico conceptual y contextual, permaneciendo muchos años guardados e ignorando su rica información y lectura.
De entre las singularidades de los objetos y piezas arqueológicas rescatadas y recuperadas en procesos de excavaciones arqueológicas científicas, hallazgos casuales in situ, o fruto de adquisiciones provenientes de áreas adyacentes a Ingapirca se encuentra un buen número de objetos los mismos que se conservan en la reserva arqueológica del Complejo, y que, por su alto contenido e información histórico-cultural nos revela una interesante información.
Construcciones en Adobe
La vivienda cañari común era rústica, las casas de barro o piedra, eran de forma angular y cubierta de paja, tenían en su interior un fogón, una cama muy modesta en un cuarto en el que convivían con cuyes y el allcu, en algunos casos chucllacuna.
El Hatun Huasi era hecho con maderas que transportaban de largas distancias a través de la minka. Como no existían los clavos, los indígenas utilizaban el cuero de caballo y toro para hacer la veta y luego amarrar las maderas. La cocina generalmente ha sido hecha con flor de penco Chahuar Tuctu.
La vivienda era una de las principales necesidades para el hombre, la cual permitía tener un ambiente adecuado en la formaciónón de los hijos. Lamentablemente hoy, la mayor parte de las viviendas indígenas carecen de todos esos elementos básicos.
Hoy estas construcciones están en completo abandono y muy deterioradas, donde solo huellas y recuerdos quedan en sus interiores, pero en una minoría etas viviendas estas habitadas por sus dueños. 
Construcciones Mixtas
Dentro de la arquitectura se encuentran las viviendas realizadas con diferentes materiales y para contraste se encuentran las viviendas modificadas que también forman parte de la arquitectura, en la actualidad existen casas en las que se combinan materiales como el adobe, bloque y ladrillo, y otras ya son completamente revestidas con cemento.
La migración ha sido un factor que ha influido en la comunidad cañari de una manera negativa, ya que han adoptado costumbres ajenas a las de sus cultura, las mismas que se pueden ver reflejadas en su diario vivir, alimentación, vestimenta y en las edificaciones que han ido construyendo, ya sea para poner en arriendo, almacenamiento de semillas o tenerlas desocupadas.